Chris Shinn, cuando fue parte de Live
No ficción

Live es una de las mejores bandas de rock alternativo. Pero hubo un disco que parece haber desaparecido de su trayectoria. Esta es la historia de cómo sucedió.

No existe en Spotify. Las copias nuevas poco a poco desaparecieron de Amazon y el puñado de CDs usados a la venta rondan los $50. En Youtube, solo hay versiones de baja calidad; y no están todas las canciones. En el sitio de la banda, no se menciona. No se trata de una banda desconocida, sino de una de las más importantes de la escena de rock alternativo: Live. El disco, uno que cumplió con todas las expectativas, se llama The Turn y sobrevive gracias a pocos.

Live irrumpió en la escena en los 80 y tuvo su primer gran éxito con el disco Throwing Copper, en 1994. Caracterizada por un elemento fuerte de guitarras, una batería prominente y la voz aguda, casi nasal del cantante Ed Kowalczyk, Live enganchó a los oyentes con canciones que rompían con la tradición del rock alternativo: un fuerte contenido religioso y espiritual, algo nuevo en la era post-grunge de los 90 y 2000.

La banda produjo éxitos constantemente. Secret Samadhi, The Distance to Here, y V todos obtuvieron oro en múltiples carteleras, como mínimo. La receta servía pero la producción casi formulaica generó una relación amor-odio entre los fanáticos y críticos: el mismo estilo con letras diferentes. Para unos, la mejor ecuación, para otros, poca creatividad y originalidad. Un crítico escribió: Live es U2 sin guitarra, es R.E.M. sin canciones.

Internamente, aun con los éxitos, la banda tenía conflictos. En el 2009, los integrantes de la banda demandaron al cantante Ed Kowalczyk (quien se considera el creador de la banda) por actitudes en contra del bienestar de la banda. Él respondió con una contrademanda por propiedad intelectual.

Las tensiones fueron tales que, ese mismo año, anunciaron una pausa que terminaría siendo una separación. Luego de separarse, surgió el problema de la propiedad intelectual. Kowalzcyk se consideraba el dueño. El resto de la banda también.

Entonces, los otros miembros, Chad Taylor, Patrick Dahlheimer, y Chad Gracey se unieron a otros músicos para formar The Gracious Few, un proyecto que duró poco. Ellos querían seguir con Live y, en el 2011, decidieron que Kowalczyk no tenía razón.

Buscaron a un cantante de reemplazo para comenzar a grabar el siguiente disco y así, terminaron con Chris Shinn. Su voz no era tan nasal, pero tenía más alcance en las agudas y contaba con una presencia en el escenario necesaria para un grupo como Live.

Luego de varios conciertos pequeños en donde parecían tener química, comenzaron a producir el disco The Turn, que lanzaron en el 2014. Seguía las líneas de Live: el ritmo, la melodía, el estilo. Las letras, aunque siempre filosóficas, se separaron de la línea espiritual de Kowalczyk. Algo nuevo, un poco más pesado, pero no tan nuevo: seguía siendo Live.

The Way Around is Through apareció en el canal oficial de Live en Youtube y los fanáticos lo escucharon con emoción. Las críticas fueron buenas y los puntajes eran más que respetables. Llegó al Billboard 200 y la versión 2.0 de la banda se embarcó en una gira para promocionarlo.

Pero, al poco tiempo, los roces comenzaron. Se rumoraba que Shinn no se recordaba de las letras en conciertos. Él, por su parte, se quejaba de que “tenía que hacer todo él solo”. Además, la prensa insistía que Kowalczyk iba a volver. La luna de miel duraba poco. Muy poco.

Luego de la gira, Shinn recibió la noticia de que ya no sería miembro de Live. Solo meses después, la alineación original se reunió. No fue sorpresa ya que los críticos decían que Live era Kowalczyk, y viceversa.

El velorio de la obra de Shinn fue igual de breve. Apenas entró Kowalczyk, quitaron el video de Youtube. El álbum desapareció del sitio oficial y de Spotify. No se produjeron más copias del disco, ahora sólo quedan usados. En Youtube, sólo quedan versiones en vivo grabadas con celular y se pueden escuchar algunas canciones con una calidad decepcionante. Así, desapareció un excelente disco que ninguno de los creadores quiere recordar.

Referencias:

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